Un estudio demuestra que los elefantes se consuelan entre sí

Como si necesitáramos más razones para adorar a los elefantes. Ahora un estudio demuestra que se consuelan entre sí.

Elise Gilchrist. Copyright 2014, Think Elephants International, Inc., www.thinkelephants.org.

Esto es algo que muchas veces se ha reportado anecdóticamente, pero esta es la primera vez que se demuestra empíricamente. Según Wired, los elefantes asiáticos consuelan a sus amigos tristes a través de sonidos y suaves toquecitos.

Los científicos Joshua Plotnik y Frans de Waal observaron durante un año a un grupo de 26 elefantes asiáticos en cautiverio. Grabaron cada vez que alguno de ellos se encontraba angustiado de alguna manera (ya sea por un perro que visitaba el zoológico, una serpiente en el pasto o incluso un elefante hostil).

¿Y cómo se sabe cuándo un elefante está angustiado? Ponen sus orejas hacia adelante y yerguen la colita. Además, emiten un barrido o gemido de baja frecuencia.

Lo que descubrieron los científicos en Tailandia fue que a estos elefantes tristes se les acercaban sus compañeros. Sus amigos los consolaban poniendo su trompa alrededor o dentro de su boca. Además, los amigos que consuelan, suelen vocalizar con un sonido más bien agudo.

Plotnik es un conocido estudioso de los elefantes. Hace muchos años demostró que los elefantes asiáticos podían reconocerse en un espejo. El autorreconocimiento, según Wired, muchas veces se considera un prerrequisito potencial para una empatía compleja. «En otra palabras, debes ser capaz de verte a ti mismo como alguien separado de los otros y sólo entonces puedes mostrar una empatía compleja hacia esos otros», explicó el científico.

Yep, soy yo. Fuente: http://ThinkElephants.org

Actualmente, sólo quedan unos 30 mil elefántes asiáticos en todo el mundo. Corren un grave peligro de extinción.

Interesados en la organización: ThinkElephants.org

Referencia académica: Plotnik, J. M. y de Waal, F. B. M. (2014). Asian elephants (Elephas maximus) reassure others in distress. PeerJ 2:e278. doi: 10.7717/peerj.278.